La edición digital del diario El País ha publicado hoy un interesante artículo sobre Cubillejo de la Sierra y, en concreto, sobre el castro de Los Rodiles, el yacimiento arqueológico de nuestro pueblo que tuvo una extraordinaria importancia en su momento y durante siglos fue bastión contra los romanos en la península.
El artículo está motivado por un informe técnico de gran valor escrito por María Luisa Cerdeño, Marta Chordá y Teresa Sagardoy, las tres arqueólogas que han estado al frente las cinco campañas de excavaciones que se han realizado y que han dejado al descubierto una extraordinaria información sobre este poblado que, según las investigaciones, tuvo gran importancia en la lucha de los celtíberos contra los romanos y durante varios siglos. Este informe se convertirá, posiblemente, en un libro en el que también participará Emilio Gamo, del Museo Nacional de Arte Romano.
El poblado de Los Rodiles estaba fortificado con carácter defensivo, dominaba una gran área estratégica entre lo que hoy es Guadalajara y Zaragoza. En este trabajo técnico, de sumo interés para todos los cubillejanos y estudiosos de la historia, se explican de manera sencilla y comprensivo cómo era la vida gracias a los restos de vajillas o armas empleadas y hasta cómo ardió en su momento a causa de la guerra, cómo se abandonó durante años, y fue de nuevo levantado y cómo después los romanos se asentaron junto a esta zona, en el denominado arroyo de La Vega, donde también está datado claramente un poblado romano.
Esta ciudad, o oppidum se fundó en el s. III antes de Cristo y posiblemente logro mantenerse hasta el s. I a.C., hasta que fueron expulsados por los romanos, cuando se destruyeron muchos poblados similares en la península. En el informe citado, se cuenta cómo fue ese enfrentamiento entre los pobladores y los romanos, y cómo estos se asentaron en la zona, lo que queda demostrado a través de muchos útiles de gran interés encontrados en las excavaciones.
Se han descubierto numerosos objetos como vajillas de mesa, cuencos muy depurados, jarras de paredes rectas con decoraciones, copas , fíbulas… Así se ha conseguido determinar cómo la ciudad fue abandonada a raíz de la guerra con los romanos y cómo después, en torno al siglo III d. C volvió a poblarse pero ya como villa romana de La Vega.
En estos momentos, las excavaciones llevan ya paralizadas dos años, a pesar de su enorme importancia histórica. La Asociación Cultural «Sierra de Caldereros» ha llevado a cabo, en colaboración con el Grupo Leader de Molina, la señalización del castro, pero se requiere de manera urgente la consolidación de los restos descubiertos así como la continuación de las campañas de excavación para poner al descubierto todo el potencial del recinto arqueológico.