La Asociación Cultural «Sierra de Caldereros» no ha faltado este año a su tradicional cita con la matanza. Como en otros muchos años, más de un centenar de cubillejanos se dieron cita en el pueblo para disfrutar de los manjares elaboradas respetando al máximo la tradición.
Con un buen tiempo y el ánimo de disfrutar de la fiesta y la alegría que supone para el pueblo esta celebración, ya que es un buen pretexto para viajar desde Barcelona, Madrid, Zaragoza o Valencia, de nuevo se dieron cita en el amplio patio del restaurado horno municipal los cocineros habituales: Pepe Portillo y Pepe Heredia, además de Domingo y Luis Miguel, quienes prepararon el fuego y las barbacoas mientas que Juan Antonio López y compañía dirigía de manera incansable en el interior la colocación de las mesas para que nada quedase al azar, además de toda la logística precisa.
También estuvieron las generaciones más jóvenes, que ante la falta de sitio en el horno prefirieron instalarse en el bar y hasta en la plaza del pueblo, a la puerta del bar para que nada faltase en estas singulares jornadas, que el tiempo así lo permitió.
Así, durante los tres días del puente de la Constitución y la Inmaculada, los cubillejanos pudieron saborear las típicas morcillas de arroz, los chorizos, magras y lomos del cerdo, sin olvidar el espectacular morteruelo que hizo las delicias de todos los participantes, unas buenas migas y un monumental cocido, y después la partida de guiñote o de “subastao” que tampoco faltaron a la cita, como es de proceder.
En fin, unas jornadas dignas del recuerdo que a todos gustaron e hicieron pasar unas fechas de alegría y convivencia, como cada año, en las que el pueblo recuperar su esplendor y su habitual bullicio en el bar, en el horno, en el centro social, y en la plaza donde de nuevo vuelven las bicicletas, que no solo son para el verano.